En diciembre los lonches, desayunos y sobremesas, son acompañados –en un mayor porcentaje– por tajadas de panetón, un poco de mantequilla y chocolate caliente.
Acá un experimento que agarra la esencia de ese momento para transformarlo en un postre, en donde lo frío y lo caliente, y lo dulce y lo salado, evocan esas incongruencias gastronómicas –pero ricas– que surgen en tierras peruanas durante la navidad.
Para hacer el budín, basta con enmantequillar las tajadas de panetón, remojarlas en una mezcla de leche, crema de leche, esencia de vainilla y huevo, y meter todo al horno a baño maría.
Para la salsa de chocolate, no agregar mucha azúcar, y jugar con la sal y el amargor del chocolate bitter, buscando el complemento ideal al dulzor del budín.
Al emplatar, se puede agregar un poco de panetón crocante (basta con unos minutos en la sartén), fruta confitada y ralladura de chocolate.